¡FELICIDADES, HERMANAS!
|
Desde el 18 de Septiembre hasta ayer 16 de Noviembre el instituto de las Hijas de María Auxiliadora (fma) realizó su 21avo Capítulo General, el cual enmarcado en un espíritu de transparencia y auténtica escucha de la voz de Dios, deberá empezar a sentire en las experiencias de vida consagrada, comunitaria y apostólica de las hermanas, a quienes envío un saludo y el mejor de los deseos de fidelidad y compromiso con el Reino.
Rescato el siguiente texto, tomado de la mismísima página de las salesianas, en alusión a la conclusión de su evento capitular:
El último día del CG 21 comienza con un amplio espacio de oración en el que cada una pide perdón y da gracias a Dios por el tiempo "vivido" juntas, porque después de una experiencia tan profunda para la vida personal y del instituto, es posible exclamar: "He visto, he gustado, he escuchado, he tocado el rostro del amor, el corazón de Dios Trinidad". A las 9,30h., en el aula, adornada de fiesta, las capitulares se encuentran para realizar las últimas tareas y para escuchar las palabras conclusivas de la Madre. Un detalle de la secretaria general hace sonreir a la asamblea: el mensaje de clausura se adjuntará al verbal con el n° 125 (curiosa coincidencia).
La Madre invita a "alargar la mirada hasta abrazar a todas nuestras comunidades y a las comunidades educativas, que han caminado con nosotras desde el 1 de Enero de 2001, fecha de la Carta de convocatoria del Capítulo general XXI, hasta hoy". La Madre continúa diciendo que "es difícil expresar con palabras la experiencia de este Capítulo", refiriéndose, no tanto a los contenidos -que los tendremos en las Actas- sino al proceso que hemos hecho que dejará huella en nuestra vida en la medida en que lo hayamos asumido personalmente. Es algo que nos llevamos todas, que forma parte de nuestra vida. Nuestro modo de ser y de relacionarnos será la mejor manera de presentar el Capítulo a las hermanas que nos esperan, deseosas de participar también de nuestra experiencia.
Además, sigue la Madre, el Capítulo puede ser sintetizado en la visión compartida: La comunión, sueño de Dios y clamor del hoy, es la urgencia que interpela a nuestras comunidades. La opción por el discernimiento como camino y fuerza de transformación, expresa la decisión, madurada entre todas, de dar prioridad a la vida del Espíritu, de ayudarnos a crear las condiciones para vivirla en nuestras comunidades y proponerla en la misión salesiana, de comprometernos en itinerarios que tengan más en cuenta las prioridades que las urgencias.
Enhorabuena hermanas, y que sea María ejemplo, compañera y auxilio en esta senda de amor, entrega y sacrificio por l@s jóvenes.
Que ningún cansancio, ninguna dificultad o fracaso, apaguen o debiliten el sueño de colaborar, mediante la educación, a humanizar la convivencia de los pueblos. Antonia Colombo, fma