...LA GUADALUPANA BAJO AL TEPEYAC

Hoy celebramos los mexicanos, y toda América entera, un aniversario más de la -discutidísma, polémica, y arrasadora de la fe popular- aparación gráfica en el ayate del indio -ahora santo- Juan Diego, y que fue, es, y será pilar indiscutible de la piedad y de la fe de todos los nacidos en el nuevo mundo, más en particular los que habitamos este país.

Puedo incluirme entre los fans de la morenita; recuerdo aun las peregrinaciones que hacíamos de mi colegio -JPII- al templo de la Villa de Guadalupe; también las oraciones que elevaba a ella para el valiosísimo auspicio celestial en busca de una calificación aprobatoria -estando en la prepa-. A mi entrada en la formación salesiana se le añaden al cariño por María las advocaciones de Inmaculada y Auxiliadora, que más que un requisito institucional, por el amor al padre Don Bosco se asumen bondadosmente. Después del año jubilar, y ya en esta "etapa", sigue María, Lupita, siendo fortaleza, ayuda, auxilio, intercesora, y con una madre que se llama como ella, cada día se hace presente en sus cuidados y atenciones. ¡Gracias Jesús por compartirme a tu madre!

mi amá, con su principio y fin procreativo...


A nosotros nos tocó chingarnos. Papá de Ulises