jueves, diciembre 19

¡FIN DE CURSOS!


Tenía ya dos años de estar lejos de las aulas, en calidad de alumno. Y es que eso de que desde mis 4 años todos los días salvo los períodos vacacionales -y en menor grado en el prenoviciado y el noviciado- esté uno en el pendiente continuo de clases, apuntesd, libretas, trabajos, exámenes, y de repente ¡zaz!, puede ser muy gustado. Más, con la conciencia despierta, la mente ágil, y sobre todo el corazón palpitante al ritmo de esas palabras tan hermosas de "Yo por vosotros estudio!, emprendí el camino de al estudio de filosofía el pasado mes de agosto, en el Seminario arquidiocesano de Monterrey, en el cual el día hoy memorablemente vuelvo a disfrutar de las suspensiones de clases por motivos navideños, después de trabajos y exámenes finales, lo cual me llena de mucho, mucho gusto, y por ello se los comparto.

Quiero hacer público, aunque sea en este espacio tan poco difundido, mi extenso agradecimiento al padre Horacio Ortiz, quien me abrió las puertas con una amabilidad que admiraría el mismo S. Francisco de Sales. En 2o lugar, a mi hermano Juan Luis, que 3 veces por semana, de 9 a 1 me estuvo llevando a dicho lugar. El apoyo familiar, así como el de mi comunidad del Colegio Don Bosco, han sido fundamentales. Así como la integración que he tenido con parte del alumnado (léase Alonso e Ismaél, que me estuvieron pasando los apuntes). Cosas por superar siempre habrá, pero por el momento llegó el fin de semestre, navidad, fin de año... Ya vendrán renovados bríos, nuevos propósitos y metas por conseguir. Gracias también por tu oración.

Por otro lado, me perdí de la posada inspectorial... ¡bua! ya será pa' la otra.